El PP ha sabido modular sus expectativas y ha sacado partido de una victoria menos pírrica de lo que se preveía. Ha ganado la batalla del relato mientras Sánchez se lo jugó todo, y hasta el último día, a una remontada que se quedó en las puertas. Tuvo que conformarse con el “resistir también es vencer” que fue el mensaje más repetido por los socialistas en los días posteriores…